Chinchorros de Venezuela
El tejido a mano, con su acabado impecable y colorido, y su historia, han hecho popular el nombre de los chinchorros, destinados al descanso y al amor y que se han extendido a todas las regiones del país, adoptando en cada lugar, en cada sitio, una expresión propia que los caracteriza y diferencia.
Estos magníficos chinchorros, provienen de la tribu Guajira, una raza indígena de grandes artesanos y comerciantes que viven en Alta Guajira, Colombia y Maracaibo, Venezuela. Si bien son similares a la hamaca, la diferencia es que el chinchorro es tejido a punto abierto, mientras que en la hamaca se teje una trama tupida como una tela.
Por sus cualidades estéticas, el tejido de estas camas colgantes constituyen un rango mayor entre las artes textiles de Venezuela, como así también una identidad propia. Además, su uso es cada vez mayor, especialmente entre la raza indígena, quienes las usan para dormir y también para ciertos rituales tradicionales. Se cuelgan en árboles, camiones, en las calles y sucede que, en ocasiones, pueden encontrarse departamentos que poseen chinchorros en lugar de camas comunes.
Es por eso que no resulta extraño que cada vez más habitantes y turistas se animen a probar esta artesanía guajira, la cual no solo tiene belleza y color, sino que también posee una variedad inmensa de tamaños y formas, pudiendo resistir hasta 300 kilogramos.
Para el viajero, sera fácil encontrarlas en tiendas y mercados locales y en todas las regiones de Venezuela, con un precio que varía entre los 1000 y 4000 bolívares (moneda nacional).