El paradojal Faro marítimo de los Alpes
¿Un faro marítimo en los Alpes?, ¿a más de 200Km del mar? Son las dos primeras preguntas que un turista generalmente se hace al llegar a las cercanías de la ciudad de Como, en el norte de Italia, a pocos kilómetros del confín con Suiza. Teleaire ha visitado el paradojal faro marítimo de los Alpes, […]
¿Un faro marítimo en los Alpes?, ¿a más de 200Km del mar? Son las dos primeras preguntas que un turista generalmente se hace al llegar a las cercanías de la ciudad de Como, en el norte de Italia, a pocos kilómetros del confín con Suiza. Teleaire ha visitado el paradojal faro marítimo de los Alpes, el Faro Voltiano, único en su género.
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Alejandro Volta, inventor de la pila voltaica, nace en la ciudad de Como, nombre de la homónima provincia y lago, en el 1745. Fallece en esta misma ciudad, 72 años después. Al cumplirse en el 1927 el primer siglo de su fallecimiento, la ciudadanía comasca (así se llaman los habitantes de esta ciudad) le rinden un homenaje a su célebre ciudadano construyendo un faro en su memoria. Y lo hacen localizando el mejor monte posible con tal que sea confinante con su ciudad natal. Este monte es el de las Tres Cruces ubicado en el pueblo montano de Brunate, que con sus 1100 m de altura sobre el nivel del mar, ofrece un panorama ideal, digno de un faro, que vislumbra toda la región montuosa, lagunar y hasta la llanura que antecede al territorio prealpino cuando la mirada se dirige lejos hacia el sur.
Visitar este singular y paradojal faro es una de las metas obligadas del turista, que a su vez no se hace rogar. Ya en la cima de las Tres Cruces y después de haber recorrido las callejuelas de Brunate y de haber admirado el faro y su dadivosa vista panorámica, otros fascinantes recorridos invitan al turista antes de regresar a la ciudad natal de Volta, para visitarla recorriendo los encantos del lago. Pero antes, otras emociones el turista las encuentra caminado por algunos de los tantos senderos montuosos de los Alpes, que desde el mismo faro parten serpenteando sinuosamente en un subibaja entre bosques alpinos cargados de ricas historias que remontan a varios siglos atrás y que sólo ellos pueden contar; secretos reservados solo a los atentos observadores de la naturaleza.
Es de hacer una advertencia a los poseedores de un buen paladar: Mientras se recorren estos senderos alpinos gustándose de esa exuberante naturaleza, no es difícil topar con una bahiíta escondidita en el mismo bosque donde un buen plato de polenta con hongos porcinos, apenas recogidos, nos invitan a almorzar saboreando como postre castañas asadas en las brasas. ¿El vino? Es a elección, pero se aconseja el tinto corpulento de no menos de 12 grados.
Algunas referencias complementares del faro y del lugar
Tres Cruces de Brunate, este es el nombre del monte estratégico elegido como mirador donde construyeron el faro monumento. Se llega en 7 minutos desde la ciudad de Como con un funicular construido en el ano 1894, que funciona a cremalleras trepándose con una inclinación de 55% y superando un desnivel de más de 500 metros. Actualmente lo usan un millón de pasajeros al año, entre turistas y lugareños, que diariamente suben y bajan uniendo Como con Brunate.
Desde el faro se puede observar en esos días de cielo azul intenso las proximidades de la ciudad de Milán, a más de 50 Km. en línea aérea. Cambiando la dirección de la mirada, es decir hacia el norte, se puede apreciar desde el mirador del faro buena parte de la cadena montuosa alpina italiana y en la distancia, individuar las cimas alpinas suizas. Pero no es todo. Bajando la vista, hacia el valle, se admiraran las formas sinuosamente montuosas de uno de los lagos más hermosos de Italia y tal vez de Europa.
Este faro, de base octogonal, mide 29 metros de altura y su fajo luminoso que emite luz de varios colores se aprecia a una distancia de casi 50Km. Es tan potente este haz que la aeronáutica solicitó que se disminuyera su potencia para no interferir en los vuelos de las aeronaves (es que cuando se construyó, no existían los jet actuales).
Se llega a la balconada del mirador del faro, que se encuentra debajo de la misma imponente linterna, sirviéndose de una escalera circular interna de 143 cómodos escalones. Al llegar a la cumbre, un pasillo en arcos románicos que rodea la figura octogonal del faro permite apreciar el panorama a 360 grados. Desde donde genera en broche de oro de los encantos paisajísticos.
El cuidador del faro, Rusconi de apellido, voluntario que se aquerenció del faro, es una persona sencilla y no ahorra palabras para contar la historia y las hazañas de este faro. Nos relata que “un latinoamericano” (más genérico en su elocuencia no podía ser) que le decía que él también en su país tiene un faro, pero que no ve el lago y de aquí parte con otros mil cuentos y más aún mezclando los límites entre la realidad y fantasía locuazmente agradable para el turista.
Pero si el apasionado relato de Rusconi, jubilado que pasa sus horas al pie del faro no fuera suficiente para satisfacer la curiosidad del visitador, basta acercarse al bar de Giorgio, colocado en el parque Marenghi, a 50 metros del faro, que le terminará de contar la otra parte de la historia no relevada por el cuidador, en un subseguirse de elocuentes gestos sin parar de hacer sus tareas de prodigioso barman. Entre otros relatos cuenta con mucha pasión como este faro, que es el que está geográficamente más al norte de Italia, unió sus “afectos” hermanándose con otro similar, que está más al sur, el más al sur de Italia, ubicado en Puglia, en la punta de la bota; pero nos advierte que este faro pugliese sabe solo contar historia de marineros y mar.
Hola Alejandro, me parece excelente el artículo de nuestro colega Sabatino Annecchiarico, lo publicaremos en este semanario de mañana y de fin de año.
Un abrazo y Feliz Navidad para Uds.
Elena
Hola Ale, me encantó conocer la historia del faro,…he visitado mucho Italia, como bien sabes por mis muestras y estuve muy cerquita de allí, solo me comentaron que era un faro, pero no conocía la historia del porqué…gracias..un lugar encantador..felicitacionesss una vez más…Pina