Festivales en los que la gente se arroja cosas
Arrojar cosas puede ser divertido, siempre y cuando todos los asistentes estén dispuestos a llevarse algo en la cara. En todo el mundo se conoce la Tomatina española, aunque no se quedan atrás el del Lanzamiento de atún o el Festival de harina y huesos. Sin duda, en España hay afición por esto.
La Tomatina
Tal vez uno de los más conocidos mundialmente sea el Festival de la Tomatina, que se celebra en España todos los años: el último miércoles del mes de agosto, miles de turistas se reúnen en Buñol (Valencia) con el objetivo de arrojarse tomates.
Fiesta del Vino de Haro
La Fiesta del Vino de Haro se celebra todos los años en La Rioja, región española especializada en la producción de vino. Todo comienza con un pacífico desfile dirigido por el alcalde de la ciudad, hasta que los participantes comienzan a tirarse vino, lo que genera un escenario púrpura de diversión y, para algunos, de degustación.
La Raima
Parecida a la Fiesta del Vino es la celebración de La Raima, que se festeja en Pobla del Duc, también en España, y reúne a una multitud de gente que se lanza uvas hasta bañar las calles de la ciudad. Cada año el gobierno del pueblo lleva camiones con más de 90 toneladas de uva.
Lanzamiento de Atún
No solo en España gustan de lanzarse cosas. En 1962 comenzó en Australia una peculiar tradición: una competición de lanzamiento de atún en Port Lincoln. El participante que lanza el atún más lejos se corona como campeón del festival, en un evento que recibe turistas de todas partes del mundo.
Festival de Harina y Huevos
Sin embargo, no hay duda de que España se lleva la palma en los festivales que consisten en lanzarse cosas. Hace más de 200 años que en el pueblo de Ibi, en la provincia de Alicante, se celebra una lucha masiva con harina y huevo. Lo divertido del evento es que los habitantes deben derrotar a los representantes del ayuntamiento lanzándose estos alimentos.
Suuuper. Buen post. Me encantaría participar en la tomatina
Se ve a la gente tan emocionada y divertida que dan ganas. Me sucede lo mismo. Gracias por comentar María Eugenia.