Turismo 3.0: Compartir experiencias, alojamiento y traslados
Teleaire dialogó en exclusiva con Albert Cañigueral (41) consultor de Ouishare y Fundador de Consumo Colaborativo. En su libro Vivir mejor con menos, explica cómo las nuevas tecnologías impactan en la vida social y, especialmente, en el turismo.
Albert Cañigueral es catalán. Vive en pareja, y si bien tiene su base de operaciones en Barcelona, admite que “para vivir con menos, es bueno pasar tiempo fuera de casa, moviéndote por períodos cortos. Yo, por ejemplo, no tengo auto ni casa propia, y no tengo intenciones de tener esas cosas. Es decir, como principio vital, intento acumular lo menos posible”.
El pasado 26 de julio, Albert dio una conferencia en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, en la que expuso, entre otros puntos, los retos a los que se enfrenta la economía tradicional, frente al auge de las plataformas digitales.
En este sentido, como Wikipedia, Airbnb, es un excelente ejemplo de proyecto colaborativo, que impacta en la forma de hospedarse. “Mientras los hoteles representan a la vieja forma de viajar, Airbnb es una de las nuevas modalidades” -asegura Cañigueral.
Antes de internet, sólo sabíamos que había unos lugares que habían sido montados para hospedar turistas. Eso resultó caro y poco práctico. Hoy día, con las plataformas, podemos saber quién está dispuesto a alquilarnos una habitación en la ciudad a la que elegimos ir; pero también podemos intercambiar nuestra casa con alguien que desea conocer la ciudad en que vivimos, o puede que alguien nos albergue gratis, a cambio de aprender nuestro idioma”.
Él mismo es un poco nómada. De hecho, programó su viaje a Buenos Aires de la siguiente manera: los primeros 20 días, intercambió su casa en Barcelona con una pareja amigos porteños. Ese cambio no le generó a nadie costos adicionales, así que fue una transacción sin dinero de por medio; luego, hará co living con otros amigos de Buenos Aires; para la tercera etapa de estadía, utilizó Airbnb.
- Teleaire (T): ¿Cómo se hace para viajar de ese modo, teniendo niños?
- Albert Cañigueral (AC): bueno, esa es una de las situaciones que con más frecuencia plantean quienes concurren a nuestros eventos. Si bien es complicado viajar con niños, es más caro alojarse con ellos, necesitando más habitaciones, lugares adaptados, etcétera. Entonces, muchas familias eligen intercambiar casa, porque saben que se alojarán en donde hay habitaciones suficientes, e incluso, juguetes. Por lo demás, si me alquilan una habitación en una casa con niños, es probable que el intercambio con la familia sea más fluido y agradable.
Sitios como Home Exchange o Guest to Guest, están revolucionando las formas de viajar, porque, en algunos casos, se proponen como sistemas de reciprocidad (tu vienes a mi casa y yo voy a la tuya) y, en otros, simplemente alguien se siente complacido de ser el anfitrión, solamente por formar vínculos.
“En muchas plataformas hay un sistema de puntaje, que califica al huésped y al dueño de casa, por lo que vas siendo mejor considerado y eso te coloca mejor para nuevos viajes. En otros, el intercambio es alojamiento por experiencias: yo te recibo en casa, pero tú me enseñas tu idioma, y yo me comprometo a mostrarte la ciudad en la que vivo” -explica Albert.
Así como es caro mantener una casa de fin de semana fuera de la ciudad, o pagar hoteles, es caro mantener un coche, si se tiene en cuenta el tiempo que pasa estacionado. En ese sentido, para un viajero, es muy útil poder acceder al coche, pero sin comprarlo, ni alquilarlo a la manera tradicional.
- T: ¿cómo mejoran, las plataformas digitales, la movilidad en la ciudad?
- AC: En ciertas ciudades, las empresas que antes hubieran querido vender automóviles, ahora piensan en brindar servicios. Por ejemplo, Car2go es un emprendimiento de Daimler, la automotriz que comercializa marcas como Mercedez Benz, que ofrece alquiler de autos en diferentes ciudades, pero ahora analiza que los usuarios puedan, con su celular, saber dónde hay un auto disponible. Se conoce como carsharing, es decir, compartir coches: subirse, usarlos, y dejarlos donde al final del recorrido. Allí, la empresa los recoge, y los lleva a donde haya demanda.
En el vídeo a continuación, se observa cómo opera el servicio de Car2go: el usuario lee el código QR con el móvil, y eso le permite utilizar el auto, que queda aparcado al final del recorrido. Se trata de un vehículo de dos plazas, eléctrico.
Por momentos, parece que este ingeniero multimedia estuviera hablando de ciencia ficción. Y es que estas cosas sólo son posibles con tecnologías smart, flexibles, y tipo crowd, o sea, colaborativas.
Autos inteligentes, eléctricos, ecológicos, al servicio de los pasajeros que se mueven en un mundo global, interconectado. No importa quién sea el propietario de la casa o el coche, lo que importa es acceder, no poseer. Todo un cambio de paradigma.
Fotos: Gentileza Albert Cañigueral y Ouishare.