Viajar a República Checa en Navidad

Pasar la Navidad en Praga es quizás una de las propuestas más tentadoras para disfrutar del singular clima de adviento. A continuación te contamos por qué la capital de República Checa resulta un destino imperdible cada 25 de diciembre.

Los mercados de Navidad de Praga

Son lugares ideales para observar la tradicional artesanía checa, probar las especialidades gastronómicas navideñas y disfrutar de los conciertos y actuaciones en vivo acordes a la Navidad. En especial, no debes perderte el mercado más grande del país, que tiene lugar en la Plaza de la Ciudad Vieja. Allí, el espectáculo más emotivo lo ofrecerá un coro de niños que cantará villancicos.

Lo cierto es que en República Checa, los mercados navideños se celebran durante el adviento. En el país, la Navidad se celebra el 24 de diciembre: al atardecer de ese día se sirve la tradicional cena de Nochebuena compuesta de sopa de pescado y carpa frita, acompañada de ensalada de patata.

Cabe señalar que la carpa es uno de los símbolos de la Navidad checa, por lo que en los días previos a la Nochebuena es común encontrar en las calles grandes tinas repletas del pescado.

Cómo se celebra la Navidad Checa

Luego de la cena de Nochebuena, los presentes se dirigen al árbol de Navidad en búsqueda de los regalos que deja Papá Noel. Y a medianoche, junto con la misa de gallo, llega el momento de los dulces navideños: trenza con almendras, panecillos de vainilla, galletas de jengibre decoradas, etc.

Cabe destacar que pasear de noche por la ciudad de Praga cubierta de nieve, es quizás una de las experiencias más inolvidables que un turista pueda contar: caminar por el Puente de Carlos, por los rincones románticos del barrio de Kampa, recorrer las iglesias con sus Pesebres navideños, todo confluye para que la época del adviento sea la ocasión ideal para viajar a República Checa.